Gracias por estas vacaciones tan intensas
en mitad de lo perdido.
Por dejarme llevarte a mis orígenes
y compartir mi pasado.
Gracias por conducir conmigo
hasta el paraje más inhóspito
y encontrar calas en mitad de las rocas.
Gracias por enamorarme cada mañana
y por las sábanas compartidas.
Por las canciones a dúo
y las caricias inoportunas.
Gracias por haberme llevado
y traído del paraíso.
Por seguir teniendo parte de él
entre tu ombligo.