Araño los últimos 60 segundos del reloj,
evito encontrarme con tus ojos,
no vaya a ser que me recuerden
las últimas 170 horas,
los últimos 233 besos,
los últimos 24 polvos
y los 120 "te quieros"
que se tragaron con la saliva.
Reclamo una temprana despedida
y regalo los ultimos 20 segundos
no vaya a ser que me confundan
abrazándote
sintiéndote
llenándome de tu aroma..
No miro hacia atrás,
no quiero imaginarte,
no quiero añorarte
y mucho menos amarte...
A tí te dejo eso de sufrir,
yo me he vuelto cobarde,
Cuerda...
Se acabó jugar a ser equilibrista
o payaso bufón.
Ya no río alegrías ni lloro penas,
ya he dejado de sentir
para marchitarme en silencio.