¿ Por qué te he elegido a ti
para que te cueles entre mis sábanas cada noche?
¿ Por qué quiero compartir contigo
el desayuno, la comida y la cena?
¿ Por qué te cedo mi parte del sofá para que te tumbes
y acaricio tus pies sin parar?
¿ Por qué sales ganando, sin sorteos,
el mando de la tele?
¿ Por qué eres capaz de dibujarme
la mayor de las sonrisas?
¿ Por qué cojeo cuando no estás?
Sólo tú eres la respuesta
Y me encanta ser tu pregunta.
1 comentario:
Los dos últimos versos son fascinantes. Y ya sabes que yo no llamo fascinante a culaquier cosa jaja.
Muak!
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