Por fin oí esa frase de tu boca,
agua salada recorrió mis mejillas,
trague saliva e inclinando la cabeza,
me apoye en tu hombro.
Ya puedo cerrar los ojos
y abandonarme en la oscuridad.
Ahora no tengo miedo,
estoy tranquila sabiendo
que si tengo una pesadilla,
me despertaras.
1 comentario:
Invitación al sueño eterno...
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