Risas nerviosas,
miradas furtivas
y punzadas en el pecho
cada vez que te nombran.
Evitando el mas mínimo resquicio
que me pueda llegar
de que aun sigues viva
y yo sin poder sentir tu respiración.
Alejando pensamientos
que me llevan de nuevo a tí
y con ellos la melancolía
llena de tristeza.
Te echo de menos
más que nunca
y te busco
menos que siempre.
1 comentario:
Me quedo sobre todo con el final..y con ese más que nunca menos que siempre.
Hoy, debo tener el día "pastelero" total.
Un besín Kresala, me ha encantado tu poema.
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