Me sonrojé
recordando tus palabras,
grabadas en ese cassette.
Oyendote reir
tras continuaciones
de frases incompletas,
por su absurdo significado.
Se removieron
viejos sentimientos
que chocaban contra
las paredes de mi estomago.
Los ojos,
empañados,
miraban al infinito
buscando un reloj
en el que las horas,
fuesen hacia atrás
y el recuerdo,
fuese presente.
Y ahora,
suspiro,
cojo aire,
cierro los ojos
y sólo deseo
encontrarte cerca,
apretar mi mano
contra la tuya
y no soltarte,
nunca,
nunca...