29 septiembre 2013

No para de sonar en mis oídos...

Hormiguitas bajo la cama...

Se que por el momento no lo leerás, no entraras en mi “casita de corazones desnudos, de palabras sin hechos y huecas”. Sé que ahora no estamos en la misma orilla y el río que nos separa , se ha convertido en mar, en océano… en un universo a años luz el uno del otro. Sé que ahora tienes más rabia y dolor que eso que me confesabas, eso que te hacía sonreír desde primera hora de la mañana , hasta que las persianas de tu habitación, te separaban de la luna. Sí, así es como sé que te sientes, así es como no me gusta sentirte… Y yo, por si alguna vez sientes curiosidad, te diré que pasa entre mis venas , qué arrastra la sangre y el agua salada … No sé si es el miedo a enamorarme, ya que para mí ese sentimiento es sufrir, dolor, llanto y desesperación… No sé si es que no soy capaz de quitar la coraza de mi corazón, si soy como una madre superprotectora con mi pequeño musculito que bombea , a veces más y a veces menos dependiendo de la distancia a ti. No sé si quizás no arrancaste mis ganas de amar , aunque no existiera fibra que no me rozases ni acorde que no me tocases. No sé si fueron los kilómetros, mis inseguridades, mis titubeos, mis manos torpes al escribirte, al llamarte o al no hacer nada. No sé si es un error, pero me duele como tal. No sé si mi cobardía me hace confundirme una y otra vez y dejar pasar esas paradas en los corazones que tanto bien podrían hacerme. No sé si es mi recuerdo, mi dolor, mi cabeza, o simplemente soy yo , que no quiere ser feliz.