
Asomada en la ventana,
enciendo el único cigarrillo
que guardo en mi cajón,
para fumar todos
y cada uno del los recuerdo.
Dejo que caiga la ceniza
en mis pies
y los sacudo para deshacerme
del último resquicio que
pueda quedar en mí.
Cojo una bocanada de aire limpio,
cierro los ojos
y después de girar el cuello
para descontracturar
todas mis vértebras,
vuelvo dentro del salón,
me tiro en el sofá
y descanso mi última hazaña.
enciendo el único cigarrillo
que guardo en mi cajón,
para fumar todos
y cada uno del los recuerdo.
Dejo que caiga la ceniza
en mis pies
y los sacudo para deshacerme
del último resquicio que
pueda quedar en mí.
Cojo una bocanada de aire limpio,
cierro los ojos
y después de girar el cuello
para descontracturar
todas mis vértebras,
vuelvo dentro del salón,
me tiro en el sofá
y descanso mi última hazaña.
5 comentarios:
Vaya amiga esto te quedó genial. A ver si encuentro la palabra que resume lo que siento: ¿brutal? hay insolencia en tus versos, me encanta eso!!
Linda, gracias por tus buenos deseos... sí ya estoy mejor por fortuna.
Un brazote para tí
a veces con el humo se van sensaciones o reviven emociones muchas veces olvidadas..... bello escrito, tu blog es una oda al sentimiento puro...me encanta....
Me pareció toda una metáfora... fumar recuerdos... a veces hay que fumárselos pero aún así continuan donde mismo, no se van con el humo, siguen ahí.
Saludos
me gustó la manera que tienes de evocar el pasado.
Saludos
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