16 abril 2010

deshilachada...

Sentirme como una tonta
tras girar tu cara frente a mí,
tras tu indiferencia
y la incomodidad
que conlleva encontrarse
con un antiguo amor,
tropezar con cenizas...,
arrastrarse por el recuerdo...

Tonta me siento
una y otra vez por pensar
en ese café a destiempo
o por esas charlas indiscretas
llenas de coincidencias.

Defender causas perdidas,
querer que naufrague
el último velero anclado en la orilla,
rasgar el pasado
y curarlo con el futuro,
vestirme de recuerdos
y consolarme con tiempos mejores,
buscar la felicidad
en medio de la melancolía,
dejar que entre en mí,
de nuevo,el dolor
por no encontrar tu respuesta
y sentirme herida,
defraudada y
totalmente deshilachada...

Ahora soy yo
la que va a cerrar tu ventana
la que dejé abierta
miles de abriles para esperar tu vuelta,
esa brisa que airease mis adentros
y me devolviese la sonrisa
que quedó a tu ladito.

Se acabó ilusionarme
con ese café,
ese lleno de terrones de azúcar
para endulzar algo más que tu presencia,
que tus recuerdos,
que tu futuro,
que nuestra amistad.

1 comentario:

marisa dijo...

Hay que cerrar algunas ventanas porque se cuela el frío, y cerrar algunas puertas, porque se escapa el gato... muá