13 agosto 2006

El principio del fin

No te importa hacerme daño,
dejarme sin aliento, suplicándote
y consumiéndome en mi metro cuadrado.
No hay tregua
y te vas dando un portazo,
sin mirar atrás,
vestida con esa sonrisa irónica
que te hace sentir más hombre.

Me dejas.

Tiemblo
y me derrumbo sobre el sofá,
todo me da vueltas
y el sueño me vence.
Ya están aquí las pesadillas,
esas con las que tanto sufro,
vienen de la mano
con más y más...

Las cuatro.
Buena hora para despertar,
siempre es buena hora
para alejar de mí todas esas sombras.

Voy al baño,
necesito mojarme la cara
estar más despejada
para decir frente al espejo
que esta vez yo voy a ser
quien va a controlar
esa mierda que has dejado
tras de mí,
que el camión de la basura
por fin va a sacarte
de mi vida.

No hay comentarios: