Ya no me encuentro
en mitad del laberinto,
encontré la salida
saltando los arbustos,
saltando las normas,
saltando las decisiones más difíciles
y haciendo lo que me venía en gana.
No me sirvieron las indicaciones
ni quise alargar el camino
que me llevaba
a lo que verdaderamente quería.
Me negué a ser
el siguiente ratoncillo de laboratorio
y a dejarme humillar.
Ahora el laberinto lo confecciono yo,
ahora,
dento de él,
seré yo quien ponga
al muñeco de feria.
1 comentario:
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