17 septiembre 2006

Despedida

No podía resistir las lágrimas
viéndote detrás de aquel cristal,
teniéndote a menos de 5 milímetros
y el frío de no tener tu cuerpo cerca del mío.
La tristeza iba ganando sitio
Y la felicidad arrancaba encima de cuatro ruedas.
El semáforo me dio tregua,
Corrí y pude volver a dibujarte en mi retina.
Y ahora aquí estoy,
Vacía sin ti,
Dejando que el reloj siga jugando conmigo a su antojo
Y esperando tu reencuentro.

No hay comentarios: