21 septiembre 2006

Insomnio

Mis ojeras ya no se pueden disimular
tras un maquillaje.
Mi cansancio hace mella en mí
y el sueño lo pierdo cada noche
que apareces en mi mente.
No hago otra cosa que pensar historias
historias con un final en el que tus labios y los míos
se encuentran irremediablemente,
tus manos y mi cuerpo se funden,
y sólo nos queda el abrazo desnudo de la una con la otra.
Necesito saciarme de ti,
darte todo eso que me pides con la mirada,
con esa sonrisa irónica.
Necesito tragar saliva,
otra copa me ayudará,
y quizás entonces,
sólo entonces,
quieras invitarme,
después,
a tu casa...

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